“El viernes 17 de febrero salieron de aquí los chapulines para irse a Tlatelolco; y cuando se movían, se oscurecía adondequiera que iban. El lunes 20 de abril de 1592 nuevamente vinieron, a las 4 de la mañana, y se oía como un tañido de campanas cuando se movían, se metieron por todas partes, por San Miguel, Tacuba, por Tacubaya, por Coyoacán”

Domingo Chimpalpáhin, 1592

Illness is the night-side of life, a more onerous citizenship- Everyone who is born holds dual citizenship, in the kingdom of the sick. Although we all prefer to use only the good passport, sooner or later each of us is obliged, at least for a spell, to identify ourselves as citizens of the other place”

Susan Sontag, 1978                        

“Este año de siete conejos y de 1538 murio mucha jente de birhuelas”, Codex Telleriano-Remensis, BnF, 1563, f. 45v

“Este año de siete conejos y de 1538 murio mucha jente de birhuelas”, Codex Telleriano-Remensis, BnF, 1563, f. 45v

 

Es el cronista nahua Domingo Chimalpáhin el que, dando cuenta de una plaga de langostas que asola la ciudad de México el 20 de abril de 1592, acude a la única herramienta válida para exponer un drama económico y sanitario de las dimensiones  del que sufría en ese momento.

Con una comparación tan plástica como fúnebre, Chimalpáhin habla de la abundancia de insectos que causan una noche fingida y un ruido siniestro parecido a este “tañido de campanas” con el que hemos querido titular la VI Edición del Seminario de Escrituras Virreinales, a fin de trabajar todas las implicaciones que la epidemia, contagiada de Europa o surgida de circunstancias locales, desencadenaría en tantas ocasiones en la vida americana colonial.

Sin duda, el descubrimiento de las Indias occidentales produjo repercusiones en todos los ámbitos del conocimiento, implicando la renovación de los mismos, no solo del cosmológico y cartográfico, quizá el más abordado, sino de todo lo que atañe al estudio de la anatomía humana y a la repercusión de la climatología y la naturaleza en la fortaleza cuestionada del indio: un cuestionamiento que arranca con el propio descubrimiento y alcanza hasta lo que en el XVIII Antonello Gerbi calificaría de “calumnia americana”, justo cuando la Ilustración borbónica introduce en las tierras de ultramar la pasión moderna por el coleccionismo científico y expedicionario.

Si, como señala Susan Sontag en su ensayo Illness as metaphor, la enfermedad nunca es una simple metáfora, y el más sano modo de afrontarla consiste en evitar todo pensamiento metafórico, lo cierto es que en su captación se necesita el recurso de la imagen y, por tanto, es interés de este VI Seminario de Escrituras Virreinales descubrir la retórica del malestar físico y de los remedios provistos y dirigidos a su alivio, así como el modo en que hace su aparición en la textualidad americana. Igual que se proponía la propia Sontag, en el diseño y programación de la presente convocatoria se pretende, en tanto objetivo central, la elucidación de los símiles de los que la epidemia se rodea como vía hacia su liberación.

“Año de uno conejo y de 1454 (…) ubo tanta hambre”, Codex Telleriano-Remensis, BnF, 1563, f. 32r

Año de uno conejo y de 1454 (…) ubo tanta hambre”, Codex Telleriano-Remensis, BnF, 1563, f. 32r

Muertos amontonados Códice.png

De hecho, no solo nos interesa estudiar los brotes puntuales de la enfermedad o la postración física y sus repercusiones políticas, teológicas, cotidianas en los textos que la referencian, sino todo lo que rodea los saberes y las prácticas médicas -aquel corporal conocimiento al que aludiera Sor Juana en su Primero sueño- y el modo en que esto se refleja desde las relaciones de sucesos, la crónica de Indias, la producción neolatina o la sátira hasta los tratados anatómicos, astrológicos y naturales, entre otros géneros y otras escrituras.

Nos importa descubrir qué ciencia médica se difunde, de qué manera -si es que se da el caso- se alternan las viejas fórmulas grecolatinas con los remedios naturales indígenas. Queremos ver cómo se describe la epidemia en las Indias, cuál es su narrativa o su dramaturgia, cuáles son los principales medios estilísticos puestos en marcha en su descripción y si estos obedecen a patrones comunes en la forma de tratarla a los que se siguen para relatar la viruela o el cólera en otros ámbitos, observando, a la vez, cómo viene a rentabilizarla el poder imperial en su esfuerzo de consolidación y refuerzo del gobierno de los virreinatos. O, al contrario, analizando en qué medida estas epidemias los debilitan y fracturan y cómo alientan las semillas del descontento social.

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Se ha convocado, para ello, a especialistas de muy diferentes ámbitos y disciplinas que aborden este discurso del cuerpo enfermo desde perspectivas también diversas y complementarias, trazando el arco que conduce de la historiografía de la medicina en las Indias a las nuevas concepciones de la biopolítica en su aplicación colonial, pasando por el estudio de la anatomía o la cirugía practicadas, el intrusismo del curandero improvisado, la circulación de libros médicos europeos y su recepción en Indias, las expediciones botánicas a la búsqueda de nuevos remedios o la consideración teológica de las pandemias como castigos divinos.

2º Viruelas Códice.png

El repaso de todo ello pone de manifiesto lo que una de las invitadas al presente coloquio, Yarí Pérez Marín, considera la relevancia recurrente de algunas ideas, ya manejadas en la vida colonial para enfrentar el morbo, la peste, la plaga, la epidemia, vigentes entonces y de triste actualidad en nuestros días, como “la supuesta inmunidad española a ciertas enfermedades en un momento inicial (una idea que va y viene), o el intento de explicar índices altos de contagio epidémico entre poblaciones indígenas por medio de juicios negativos sobre prácticas de higiene y de consumo alimenticio”.

No es posible negar entonces que la intención del presente encuentro se dirige a estimular un debate sobre dicha recurrencia, así como el trazado de un panorama epistémico, amplio y pleno de matices, sobre lo que es y fue la enfermedad en el cuerpo doliente de la sociedad virreinal americana y el modo en que la escritura se encargó de retratarlo.

“Una gran mortandad entre los indios”, Códice Telleriano-Remensis, BnF, 1563, f.46v

“Una gran mortandad entre los indios”, Códice Telleriano-Remensis, BnF, 1563, f.46v

“Había en ellos sabiduría. No había entonces pecado. Había santa devoción en ellos. Saludables vivían. No había entonces enfermedad, no había dolor de huesos, no había fiebre para ellos, no había viruelas, no había ardor de pecho, no había dolor de vientre, no había consunción. Rectamente erguido iba su cuerpo, entonces.

Pero vinieron los Dzules y todo lo deshicieron. Ellos enseñaron el miedo, y vinieron a marchitar las flores. Para que su flor viviese, dañaron y sorbieron la flor de los otros. Mataron la flor de Nacxit Xuchitl”

                        Chilam Balam de Chumayel, 1766